Si hablamos de la vida, naturalmente hablamos de la muerte, cualquier de nosotros se enfrentaría a la muerte tarde o temprano. De nada evitaría, si reducimos el porcentaje de enfermedad que pueda causar el fin de la vida, ni tampoco superaría nuestro temor, por mucho que reflexionemos profundamente ante ella.
La muerte no es el fin de un proceso de crecimiento del ser. Aunque el mundo occidente posee la tecnología muy avanzada, pero hay gran desconocimiento acerca de la muerte o ir más allá después de la muerte.
Desde el punto de vista budista, la muerte es una realidad, es un estado natural para todos los mortales. Es la transformación para conducir a otro estado. Naturalmente todo deseamos morir de una forma serena y espontánea, de ese modo requiere una preparación a consciencia, habituar la serenidad desde nuestra vida cotidiana.
Con la vida moderna industrial convierta esta sociedad en una creencia frenesí, estamos agotando los recursos naturales en beneficio a corto plazo de los seres humanos, envenenamiento de los hábitats de faunas y floras, destruyendo a gran escala todos los sistemas de vida de la Tierra, delegan a nuestros hijos, de forma sin retorno para recuperar la Tierra de inicio, de modo provocando una crisis mental existencial. Si no empezamos a retomar nuestra conciencia y responsabilidad para salvar la Tierra, entonces no solamente hablamos la muerte total tuya o mía, sino de un planeta entero.
Entonces debemos replantear la conexión desde la vida con tus semejantes, respetar el entorno y los seres vivos que hay en este planeta. Así de igual importancia para establecer la conexión sincera ante los últimos suspiros de la vida. Cuando intentamos establecer esta conexión, deben esforzar entenderle al agonizante desde su propia vida, aceptar su forma de ser, su pasado, y ofrecerle el amor incondicional de forma natural y espontáneo. Sin duda el falleciente aceptaría por igual esa conexión antes de morir, realmente sin preocupación y marcharía con serenidad de nuestro mundo. La muerte es en realidad como un espejo que reflejo el sentido de existencial de la vida.
Hierro soldado y pintado, con cuerdas de algodón
340(an) x 280(fo) x 210(h) cm
2024