“Heterogeneidad y diversidad en la unidad” ha sido siempre la línea de trabajo y muestra en estas exposiciones estivales, en las que se puede disfrutar de una pequeña ventana abierta al arte. Pequeña porque la cantidad, calidad y variedad de expresión artística que se desarrolla en la actualidad es inmensa, a pesar de los avatares sociales y económicos que ponen obstáculo y dificultades para dicha tarea. O precisamente es por estas dificultades por las que el arte busca y rebusca diferentes formas de expresión y de latencia a lo largo del transcurso de los años. 

PALACIO 10, con esta especie de insistencia en ser fiel al objetivo de traer el arte contemporáneo a las zonas rurales, rinde homenaje a la “utopía” que siempre supone la creación artística como una llamada a nuestras conciencias en el recordatorio de que “un mundo mejor es posible, deseable y perseguible”. Tal vez por este motivo, porque el arte es a la vez “heterogeneidad” y “utopía”, cabría, si se nos permite, nombrarlo como una de las “hetero-topías” contemporáneas. El arte continuamente nos habla de otras realidades posibles, otras visiones posibles, otros avances posibles, otros cuestionamientos posibles… otros mundos posibles.